La Policía de Jacksonville (noreste de Florida) ha pedido ayuda a la población para capturar al responsable o responsables de colgar de un puente a un maniquí con uniforme policial, careta de cerdo y un cartel del Ku Klux Klan (KKK) el pasado sábado.
El alguacil de la ciudad, Mike Williams, dijo en un comunicado que lo ocurrido es “verdaderamente preocupante”, porque constituye un claro intento de crear un “sentimiento en contra de la Policía y dividir a la comunidad”.
“El incidente fue realizado por gente que quiere socavar nuestros esfuerzos para mantener a la ciudadanía a salvo. Muchos ciudadanos están trabajando con nosotros para mantener la comunidad segura a través de asociaciones y conversaciones sobre los desafíos a los que nos enfrentamos”, añadió el alguacil.
Varios conductores vieron el maniquí mientras recorrían la autopista interestatal 95 a la altura de la salida Zoo Parkway y al creer que se trataba de un suicidio alertaron a las autoridades que procedieron a retirarlo de la autopista y continúan buscando a los responsables.
Las reacciones no se hicieron esperar. El alcalde la ciudad, Lenny Curry, aseguró en su cuenta de Twitter que no permitirá “que actos como estos impidan avanzar hacia el progreso”.
“No toleraré acciones como esta tan descaradamente destinadas a intimidar a nuestra Policía ni lo defenderé contra ningún ciudadano”, indicó Curry.
Todos los objetos están siendo analizados en busca de restos de ADN que sirvan para identificar a los responsables de esta escenificación de un linchamiento y la Policía ha solicitado que todo el que tenga información relacionada con este incidente se comunique con su oficina.
“Ni nuestra agencia ni nuestra comunidad vamos a tolerar este tipo de actos. Vamos a continuar trabajando juntos para encontrar a los responsables”, advirtió Williams.
El incidente se produce en pleno clima de tensión debido a las protestas raciales que se han extendido a lo largo de todo Estados Unidos.
Casi un mes después de la muerte del afroamericano George Floyd a manos de un policía en Minneapolis, el debate sobre la brutalidad policial continúa muy presente.
EFE.