«El jardín de Pissarro», un lienzo poco conocido de Paul Gauguin que solo ha sido mostrado en público en dos ocasiones en 140 años, será subastado en París el próximo 29 de marzo.
El cuadro de 1881, con un valor estimado de entre 600.000 y 900.000 euros, será presentado al público a partir del 23 de marzo en los locales de Sotheby’s en París.
Esta obra bautizada «El jardín de Pissarro. Muelle de Pothuis» ha permanecido en manos de la misma familia desde los años 20 del pasado siglo y no ha sido expuesta más que en Pont-Aven (Francia), en 1964, y en el Museo de Arte de Cleveland en el marco de una exposición sobre el jardín (“Pintando jardines modernos: de Monet a Matisse”) en Ohio (EE.UU.) entre 2015 y 2016.
«Es un cuadro que reaparece en el mercado, para nosotros es un verdadero acontecimiento», declara Aurélie Vandevoorde, directora del departamento de Arte Impresionista y Moderno de Sotheby’s en Francia, la casa de subasta que este jueves ha presentado la obra a la prensa.
El lienzo (de 65 x 54 cm) es único en muchos aspectos: data de la época en la Paul Gauguin, corredor de bolsa, decide convertirse en pintor y va a menudo a ver a Camille Pissarro, al que considerará como su maestro, en Pontoise (al noroeste de París). Es muy moderno para la época y contiene un «tesoro escondido»: dos bocetos que podrían ser los primeros autorretratos de Gauguin y en los que ya se percibe la vivacidad de autorretratos pintados diez años después.
«En este cuadro, vemos un maravilloso homenaje de Gauguin a su maestro. Aquí Pissarro le representó bajo su sombrilla, se sabe que Pissarro pintaba bajo una sombrilla fijada a su caballete», subraya Vandevoorde. Se adivina a Pisarro en la esquina derecha de la obra, representando la casa y el jardín del pintor.
«Es un cuadro muy innovador para 1881, muy diferente de lo que hacen los pintores impresionistas en este periodo».
Para Etienne Hellman, director del departamento de Arte Impresionista y Moderno de Sotheby’s, esta obra es «el testimonio de una gran amistad» entre los dos pintores y recuerda que Gauguin «había comprado a Pissarro» antes de seguir sus consejos en materia de pintura. La complicidad entre los dos hombres se constata en un dibujo a cuatro manos de 1880, conservado en el Museo d’Orsay, que representa un retrato de Gauguin hecho por Pissarro, mezclado con el de Pissarro a Gauguin.
En su reverso también «nos sorprendió la modernidad de sus autorretratos», «la mirada extremadamente penetrante» del pintor, cuenta Aurélie Vandevoorde. «Se ve que Gauguin ya se ha desligado de la técnica impresionista, anuncia el arte de primeros del siglo XX».
Aunque existen muchos cuadros con dos caras, es extraño encontrar autorretratos en el reverso. «Es un tema importante para el artista, algo que le da dignidad», subraya Vandevoorde.
«No se conoce la historia exacta del por qué (…) Sabemos que a partir de 1882 Gauguin abandona su actividad como agente de bolsa que le proporciona importantes recursos financieros y va a ahorrar en materiales. Podemos suponer que para realizar bocetos de autorretratos, no quiso emplear una tela nueva».
Según la conservadora, el cuadro se encuentra «en un estado impecable, lo que rara vez ocurre, ha sido apreciado y conservado como un tesoro por la familia que ha tenido el privilegio de tenerlo durante casi 100 años».
El precio de reserva aún no ha sido fijado, pero según Sotheby’s, otros cuadros del periodo impresionista de Gauguin han sido vendidos «por unos 2 millones de dólares».
Con información de ABC.