A pocos días del inicio de la Cuaresma, que sirve de preparación para la Pascua y que comienza este miércoles 6 de marzo, recordamos algunas cosas esenciales.
El Miércoles de Ceniza es considerado un ritual católico y anglicano, practicado además por denominados protestantes (luteranos) y bautistas. Este día representa el inicio de la Cuaresma, es decir, 40 días de preparación antes de la Semana Santa.
El ritual se lleva a cabo con la ayuda de un sacerdote, quien coloca la ceniza en la frente de la persona formando una cruz y pronunciando las frases bíblicas: “acuérdate que eres polvo y en polvo te convertirás” o “arrepiéntete y cree en el Evangelio”.
La ceniza se obtiene de la incineración de los ramos bendecidos en el Domingo de Ramos del año anterior y representa la destrucción de los errores cometidos, la conciencia de la nada y de la vanidad de las cosas y la penitencia.
¿Cuál es su origen?
La práctica de la Cuaresma data desde finales del siglo II y principios del III. A partir del año 322 existen noticias de prácticas cuaresmales en oriente. Unos años más tarde en Roma se comenzó a celebrar oficialmente desde el año 385.
En sus inicios la ceremonia se llevaba a cabo en domingo, para ajustarse a los 40 días antes de la Semana Santa, sin embargo, fue hasta los siglos VI y VII que la práctica del ayuno cobró mayor importancia, enfrentándose a un obstáculo: desde los orígenes nunca se ayunó en domingo, por ser visto como un día de fiesta consagrado a la celebración del Día del Señor.
Por esta razón y para respetar los domingos se agregaron cuatro días más a la Cuaresma. Así la celebración pasó de Domingo a Miércoles de Ceniza, representando los 40 días que Jesús pasó en el desierto, los 40 días que duró el diluvio, los 40 años que duró la marcha del pueblo israelita por el desierto y los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto.
Con información de Milenio