La deuda de las entidades federativas en México es equivalente a 3% del PIB, por lo que los estados y municipios pueden seguir financiándose sin estresar sus cuentas públicas.
“Hace algunos años se aprobó la Ley de Disciplina Financiera, y lo que dice es que los estados pueden tomar un crédito siempre y cuando sea para inversión productiva. Yo creo que hay una claridad enorme de cuándo y cómo puede tomar un estado o un municipio un crédito y hoy existen las condiciones en sus finanzas como para que esto siga”, señaló Carlos Rojo Macedo, vicepresidente de la Asociación de Bancos de México y director de la oficina de presidencia de Banorte-Interacciones.
Recientemente, el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) alertó acerca de que el servicio de la deuda potencial ha incrementado por la subida en la tasa de interés.
“Destinar mayores recursos al servicio de deuda implica menores recursos a programas sociales o que los estados tengan que incrementar los impuestos para solventar este aumento de gasto público estatal”, explica el informe Deuda de los estados al cierre de 2018.
El CIEP dice que de 2017 a 2018 la tasa de interés promedio para los créditos estatales pasó de 8.1 a 9.2%, lo que implica un incremento de 110 puntos base o un diferencial porcentual de 13.6%.
Entre 2015 y 2018, totas las entidades federativas disminuyeron su carga de deuda (a excepción de Campeche, Yucatán y Guerrero). La deuda promedio de los estados al cierre de 2015 era de 5,408 pesos por persona, mientras que al cierre de 2018 disminuyó a 4,426 pesos.
Sin embargo, aunque la tendencia es positiva, el otorgamiento de crédito no ha aumentado de manera acelerada, de hecho, de acuerdo con información del Banco de México, el financiamiento a estados y municipios se redujo 11.1% anual.
Al cierre de 2018, Nuevo León, Chihuahua, Coahuila y Quintana Roo se mantuvieron como las 4 entidades federativas con mayor deuda per cápita al cierre de 2018 (más de 11,600 pesos por habitante). En contraste, Puebla, Querétaro y Tlaxcala fueron las entidades con menor endeudamiento.
Con información de Forbes.