La cúpula empresarial potosina se equivocó de estrategia al lanzar una petición en la plataforma change.org dirigida al gobernador Carreras, para que se realice la cacareada vía alterna a la Zona Industrial, y no al Presidente AMLO que era el destinatario correcto y fue quien no liberó los recursos por razones aún no ventiladas.
Carreras ya hizo lo que le correspondía y no pudo convencer a AMLO ni al titular de la SCT, Javier Jiménez Espriú, las prioridades del gobierno federal son otras y están en otras partes.
La única obra carretera autorizada por la SCT para el estado potosino, fue un proyecto privado, el tramo de Ventura-El Peyote, del empresario Vicente Rangel Mancilla, lo que derrumbó las altas expectativas del gobernador Carreras y la cúpula empresarial de que se autorizaría la vía alterna con recursos públicos.
Se fueron con la finta, echaron las campanas al vuelo cuando la SEMARNAT dio a conocer la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) favorable a la vía alterna que implica un daño grave a la Sierra de San Miguelito, hasta el fraccionador Carlos López Medina recuperó el ánimo. De nada sirve la MIA si no se incluyó la obra en el presupuesto federal 2020.
En la petición hecha por la Coparmex, Canaco, CMIC, IPAC, UUZI, Canadevi, Canacintra, Amexme, Canirac y AMPI, no mencionan para nada a AMLO, la SCT o el gobierno federal, es un rollo insulso y desganado, que le da vueltas al asunto, lo único concreto es el siguiente párrafo:
“Una prioridad es por lo menos una ruta alterna a la zona fabril que cumpla con todas las condiciones técnicas que se requieren y respetando nuestro medio ambiente, en una adecuada conjunción entre empresarios, ciudadanía y autoridades gubernamentales”.
Como ya se dijo antes, a la cúpula empresarial le faltó formar un frente común, cabildear a los más altos niveles y sobre todo solicitar una audiencia en Palacio Nacional para plantearle al Presidente AMLO la necesidad de la vía alterna y convencerlo con argumentos sólidos y viables, y sobre todo acompañado con el proyecto ejecutivo elaborado por el gobierno estatal y visto bueno de la SCT.
El sector privado, mejor dicho sus dirigentes, siempre quieren todo fácil y barato, que el gobierno haga todo por ellos, olvidan el sabio refrán de “el que quiera azul celeste que le cueste”.
Más allá de la repulsa ideológica que le puedan tener a AMLO, crítico del neoliberalismo y de las minorías rapaces del viejo régimen prianista, lo más indicado era sentarse a la mesa con él, no lo hicieron y quizá ya es demasiado tarde, prefirieron dejar todo en manos de Carreras y ahora lanzaron la ingenua petición por Internet que no tendrá ninguna consecuencia y hasta este jueves al mediodía habían conseguido casi 5 mil firmas de apoyo, ¿qué les responderá Carreras?
El gobernador ha sido muy prudente para no lesionar su relación con AMLO, ha optado por guardar silencio sobre las razones reales por las que no fue aprobada la vía alterna tal como fue planteada. La sociedad civil sigue sin estar informada, se le ocultan los pormenores de un asunto de carácter público.
Los flamantes funcionarios federales Gabino Morales y Leonel Serrato también están muy calladitos.
La única opción a la vista es que el constructor Rangel Mancilla salga al quite y ajuste su proyecto carretero de cuota de San Luis Potosí a San Luis de la Paz con un acceso a la Zona Industrial, claro, los usuarios tendrían que pagar.
Nadie dice que la vía alterna no sea necesaria, pero el gobierno estatal, el ayuntamiento capitalino y la clase empresarial solo se enfocaron a ella cuando el municipio requiere de un plan integral para atender los problemas de movilidad en otras partes de la ciudad, en la zona norte, por El Saucito y el acceso a la carretera a Zacatecas, el nudo gordiano cada vez está peor y no hay ningún proyecto en el escritorio.
LA CONSULTA DEL IMPLAN
Mientras espera la llegada del titular de la SEMARNAT, Víctor Toledo, a un foro en la Huasteca, para ponerlo al tanto de la situación de la Sierra de San Miguelito y el proyecto Las Cañadas de López Medina y socios, el asesor de comuneros Carlos Covarrubias asegura que la consulta para el nuevo plan de desarrollo urbano convocada por el IMPLAN no ha tenido una aceptable participación ciudadana, además del formato inadecuado, la única propuesta recibida es la suya, la de no afectar la sierra. [Javier Padrón].