[Javier Padrón]
Desde anoche el gobierno estatal sabía que este martes 21 se decretaría la Fase 3 de la pandemia del COVID-19, por eso mandó acordonar con simbólicas cintas amarillas las plazas y bancas del Centro Histórico.
El primer cuadro de la ciudad que concentra el mayor número de comercios formales e informales, luce desolado.
Los que siguen abiertos son los mercados municipales y los que se resisten a retirarse a sus casas son boleros, lavacoches y ambulantes, el hambre es más intensa que el medio al contagio, si no reciben los apoyos necesarios seguirán en las calles desafiando al coronavirus a menos que se utilice el último recurso no deseado del uso de la fuerza pública.
El acuerdo publicado en el Diario Oficial de la Federación este martes señala que la suspensión inmediata de las actividades no esenciales se extiende hasta el 30 de mayo y se otorga a los gobiernos estatales facultades para “establecer y ejecutar los mecanismos conducentes a la reducción de la movilidad de los habitantes entre municipios con distinto grado de propagación”.
Por lo que, de aplicarse esta medida al pie de la letra, los retenes se generalizarían, ya varios municipios en toda la entidad se adelantaron en restringir el acceso a sus cabeceras; para esta tarea el gobierno estatal puede solicitar el apoyo de la Guardia Nacional y el Ejército.
En el estado ya se han contabilizado 70 contagios, 82 en estudio y 5 decesos; a nivel nacional 9 mil 501 contagios y 857 muertos; si la sana distancia y el quédate en casa se relajan tardará más el regreso a la normalidad que ya no volverá a ser la misma.
Andar en la calle sin cubrebocas en otras entidades es una falta grave, aquí aún no lo es, como la autoridad sanitaria federal insistió tanto en que no eran indispensables y solo debía usarlo el personal médico, son escasas las personas que lo traen.
Los hay de varios tipos y para prevenir el contagio solo sirven tres: el N95, el quirúrgico y el FFP1; si trae uno de carbón activo, de tela o de esponja, solo le servirán para evitar bacterias, polvo y polen; pero el último solo para simular que está protegido.
¿SANA DISTANCIA ENTRE PAN Y NAVA?
La sana distancia que hay entre el PAN y el alcalde Xavier Nava, no parece ser tan genuina ni generalizada.
Como si fuera opositor, el PAN no desaprovecha la oportunidad para cuestionar el desempeño de Nava: informes de obras públicas, luminarias, inseguridad, patrullas nuevas sin usar, recursos del FORTSEG para acciones sanitarias…
Si están tan inconformes ¿por qué los panistas que tienen cargos en el gobierno municipal no renuncian? ¿Puede más el sueldo que su congruencia? A Nava le conviene que sigan.
Los panistas son prudentes, previsores, consideran que el gobierno municipal es en gran parte suyo y pueden cohabitar como un matrimonio distanciado, dormir en camas separadas, y conforme se acerque el proceso electoral del 2021 formalizarían la ruptura porque la reconciliación se ve muy difícil.