[Javier Padrón]
El Partido Acción Nacional fue fundado en 1939 por Manuel Gómez Morín en oposición al gobierno de izquierda de Lázaro Cárdenas; al siguiente año, el 5 de mayo, un puñado de potosinos fundaron un comité regional en un taller mecánico en el barrio de Tequis, tres días después asumió la jefatura el abogado Manuel González Hinojosa, una leyenda opositora.
Otros que lo acompañaron en esta primera etapa fueron Antonio Rosillo Pacheco, José Trinidad Carpizo Barrón, Eduardo Chenhalls, José Lomelí, Roque B. Delgado, Eduardo Navarro, Julio Carrillo, Luis Ortuzar y Manuel Alfaro.
Al celebrar su aniversario 80, el PAN potosino es la segunda fuerza electoral pero luce maltrecho y fragmentado: el arribo del dirigente Juan Francisco Aguilar, sin trayectoria ni méritos partidistas, subordinado al diputado Xavier Azuara, solo le ha dado continuidad al divisionismo; el perdedor de la elección interna, Jorge Lozano Soto, denunció un fraude estilo priista, lo cual sí es una ofensa grave. Meses después Aguilar habría golpeado al exregidor Gilberto García que se atrevió a contradecirlo en una reunión.
No tiene muchos ánimos para celebrar el 80 aniversario, no ha podido conciliar a las otras corrientes ni para aparentar cordialidad en esta fecha tan importante, le hacen el vacío y sabe bien que ha perdido membrecía que se ha ido a México Libre de los Calderón Zavala y ve muy difícil que logre imponer a Xavier Azuara como candidato a gobernador.
El panismo potosino, no la ciudadanía, tuvo una mejor época cuando ganaron la gubernatura con Marcelo de los Santos, el contador que lavaba las cuentas públicas priistas y fue copartícipe del fraude millonario de Unicrer. Su gobierno se caracterizó por el boato, frivolidad y derroche de los recursos públicos para hacer negocios privados, en lugar de gabinete tuvo una corte palaciega, su ego se proyectaba diario en las ocho columnas de casi todos los periódicos, realizó obras carísimas e inútiles como el Centro de Convenciones, concluyó su sexenio con una mayor deuda pública.
Por eso su gobierno fue reprobado por la ciudadanía y el PAN no pudo conservar la gubernatura, el candidato Alejandro Zapata fue vencido con holgura por el doctor Fernando Toranzo; aunque se dijo que Zapata perdió en parte por la traición del propio Marcelo y muchos otros panistas que le negaron su voto y se lo dieron al priista, las discordias internas han sido la tumba del PAN.
Lo mismo le sucedió a Sonia Mendoza cuando fue la candidata en el 2015, perdió apenas por una diferencia de 28 mil 766 votos ante el prianista Juan Manuel Carreras. No pudo o no quiso fundamentar el fraude que alegó en un principio, su indignación se enfrío muy rápido. Ella habría sido otra víctima de sus compañeros, muchos le dieron la espalda en las urnas y votaron por el doctor Carreras que había sido funcionario en el gobierno de Calderón, su compañero en la Escuela Libre de Derecho, lo vieron como de casa y a ella como una extraña.
Al aliarse el PAN con el PRD y MC en las elecciones del 2018, le fue muy mal, lo barrió la ola morenista, de los principales municipios solo ganó en la capital con Xavier Nava como candidato externo, en Tamazunchale y Rioverde; cuatro diputaciones locales por mayoría y dos plurinominales; dos diputaciones federales y una plurinominal, y un escaño en el senado. El desempeño de estos panistas ha sido tan irrelevante como el de las bancadas de los otros partidos.
Y si nos apegamos a la realidad, el PAN no gobierna la capital, Nava lo hace a su modo y los ignora y ni por mera cortesía política les ha mandado una felicitación desde su Twitter por el 80 aniversario. Y así como están las cosas, es muy probable que el próximo año sea su rival más fuerte si toda la derecha no se une para enfrentar a la 4T.
