[Javier Padrón]
A la secretaria de Salud, Mónica Rangel, le tocó abrir las comparecencias de los miembros del gabinete en el Congreso del Estado para la glosa del quinto informe del doctor Carreras, y por el millonario caso de presunta corrupción en el que se le involucra con el proveedor maravilla Gabriel Salazar Soto, este año se hizo un esfuerzo mayor, llegó más entrenada, más empoderada con el discurso de que le pegan porque es mujer, y al Centro de Convenciones llevó acarreados para las porras y desacreditar a sus detractores más punzantes.
En su defensa salieron en vano los legisladores priistas, sin pasión, apagados, sobre todo sin fundamentos, el modelo de negocios de Gabo mejor ni tocarlo; la estrategia fue culpar al gobierno federal de las deficiencias del sector salud, al INSABI fantasmal, al iluminado que no usa cubrebocas.
No fue suficiente para salir airosa de los adjetivos calificativos que le recetó la oposición, le dieron un trato de delincuente, exigieron su renuncia para enfrentar las denuncias y la consideraron incapaz de continuar en los Servicios de Salud; hasta el nombre de su marido policía y dos secuaces salió a relucir en malos términos.
Si acaso el único diputado que tuvo un gesto amable con ella fue Eugenio Govea, aunque primero le dijo que solo se dedicaba a contar los muertos por la pandemia del Covid-19, al final de su intervención le advirtió que al concluir el sexenio se quedará sola y no habrá quien le ayude a la hora de enfrentar la justicia.
Aún así, minutos después, asediada por la prensa con la consigna de revertir la ruina que fue su comparecencia, se destapó en una entrevista banquetera como aspirante a la gubernatura, claro que tiene las faldas bien puestas y la capacidad para ser gobernadora, los machistas no pueden ver a las mujeres transparentes y exitosas.
En esta incipiente coyuntura electoral ya es costumbre anunciar la intención de contender por la gubernatura como parte de la cirugía del control de daños, la doctora Rangel sabe de ese tema y es evidente que comparte los mismos asesores con el joven Salazar, al que dijo en un principio no conocer y no tardó en circular la “selfie” delatora.
LOS OTROS GALLOS DEL TRICOLOR
Son muy listos los que en Palacio de Gobierno diseñaron el calendario de las comparecencias, abrieron con lo más difícil y van a cerrar con lo más fácil para no dar más pasto seco a los enemigos. Mañana le toca al secretario de Seguridad Pública, Jaime Pineda, las estadísticas oficiales del gravísimo avance de la delincuencia en la capital y el resto del estado deben ser un buen pretexto para tener dignidad y presentar su renuncia.
Pineda no se va a destapar en la pasarela del PRI en el Congreso del Estado, ya sería mucho descaro de este policía federal con licencia que no termina de aprenderse los nombres de las colonias más inseguras de la ciudad. El fin de semana todos descansamos, el lunes se presentará el secretario de Finanzas, Daniel Pedroza Gaitán, ya fuera de la sucesión, su propuesta de crédito de 400 millones fue vista como una variante del corrupto bono de salida del panista Marcelo de los Santos; ese mismo lunes acudirá Manuel Lozano, secretario del Trabajo, de los más grises y anodinos del gabinete.
El martes 27 habrá tres comparecencias de lujo, veremos a Gustavo Puente Orozco, titular de la SEDECO, todo será VIP. Representa a las élites pero no será el candidato del PRI, ya declinó por la coalición del PRIANPRD que podría encabezar su cuñado el alcalde Xavier Nava, los intelectuales orgánicos estarán de plácemes, no se diga los especuladores del suelo urbano.
A Puente le seguirá el aspirante más fuerte del tricolor en las encuestas patito, Joel Ramírez, secretario de Educación; y los diputados van a cerrar ese martes con broche de oro al recibir al director de la CEA, Jesús Alfonso Medina Salazar, famoso a nivel nacional desde esa mañanera en SLP cuando el Presidente AMLO le respondió al colega Samuel Roa: “Ya lo dijiste todo”; pero no ha pasado nada, ya nadie habla de la fallida presa La Maroma, de la constructora familiar y las adjudicaciones carreteras…
Si es masoquista, no se pierda el miércoles la comparecencia del constructor favorito del PRIAN, Leopoldo Stevens Amaro, como particular se le caen los puentes en Ciudad Valles y como funcionario tarda años en arreglar una calle en el Centro Histórico, y le echó la sal al proyecto del Metrobús.