El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que durante su gobierno se seguirá protegiendo a las empresas productivas del Estado como Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), por lo que no se permitirá más casos de corrupción como el de Odebrecht, los “contratos leoninos” ni que los consumidores paguen más por la luz para dar preferencia a empresas particulares nacionales y extranjeras.
“Se terminará de limpiar de corrupción a nuestra empresa petrolera; no permitiremos nunca más casos como los de Odebrech o el de la compra a precios inflados de las plantas de fertilizantes ni la entrega de moche o sobornos a funcionarios y legisladores”, expresó.
Durante su mensaje por su tercer año de gobierno, el Presidente reiteró que la política petrolera del país tiene como propósito respetar los contratos otorgados por la llamada reforma energética del sexenio anterior, pero no dar nuevas concesiones.
“Seguiremos protegiendo a Pemex para mantener su participación actual en el mercado de las gasolinas, el diésel y otros derivados”, reiteró.
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“Así como aspiramos a ser autosuficientes en alimentos, también buscamos producir en México gasolinas, el diésel y el gas que consumimos, y ser independientes en la generación de electricidad”, dijo desde Palacio Nacional.
Por lo anterior, sostuvo que la Secretaría de Hacienda continuará reduciendo los impuestos a Pemex y seguirá la ejecución de su programa de inversión, mantenimiento y operación.
López Obrador mencionó que la política energética del gobierno busca producir en México las gasolinas que el país consume y dejar de importar combustibles del extranjero, con este fin, se continuará destinando recursos para la modernización de las refinerías existentes; además, se reiniciará la construcción de la planta coquizadora dentro de la refinería de Tula, Hidalgo.
También, se va concluir a mediados del año próximo la nueva refinería de Dos Bocas, en Tabasco, esto pese a que se han descubierto tres importantes yacimientos petroleros en este gobierno, por lo que dijo, “la extracción de petróleo se destinará a la refinación y se acabará con la práctica de exportar crudo y comprar gasolina, es decir, toda la materia prima será procesada”.
“En términos cuantitativos estos significa que durante todo nuestro mandato no sacaremos del subsuelo más de 2 millones diarios; de esta forma evitaremos el uso excesivo de combustibles fósiles, seguiremos actuando de forma responsable y no se afectará la herencia de las nuevas generaciones”, aseguró.
En cuanto a la industria eléctrica, el Presidente refirió que la reforma que acaba de aprobar el Congreso “ayudará a reparar el grave daño que causó al sector público y a la economía popular, pues mientras el mercado de esta industria se abrió para dar preferencia empresas particulares nacionales y extranjeras, sobre todo con la entrega de subsidios, las plantas de la Comisión Federal de Electricidad fueron completamente abandonadas”.
Con información de Milenio