Marcela Loyola
Las diputadas Beatriz Benavente Rodríguez y Marite Hernández Correa coincidieron que a la LXII Legislatura le faltó trabajar en favor de los ciudadanos, dejando de un lado los intereses partidistas y de gobierno, para velar por los intereses comunes de la población.
La diputada Beatriz Benavente Rodríguez reconoció que a la LXII Legislatura le faltó más sentido común, “dejar de defender intereses partidistas, dejar de defender intereses de gobierno y realmente defender a la ciudadanía, creo que ese es una de las grandes deudas que deja esta legislatura, donde en algunos casos logramos contener el avance de intereses ajenos a los que deberíamos representar que son los ciudadanos y esa es la parte que creo que se dejó de lado”.
Lamentó que, “pareciera que cuando llegan los diputados al Congreso su trabajo es ser defensores de oficio de los intereses gubernamentales o de algún presidente municipal, y es el peor error que se debe de cometer porque nosotros debemos de dejar de lado colores, partidos, intereses, y lo que debe privilegiar en el Congreso son los intereses de la ciudadanía, rectitud, honestidad, transparencia”.
Abundó que espera que a la nueva legislatura le vaya bien porque “yéndole bien a los diputados nos va bien a todos los ciudadanos y en ese irles bien es que primero atiendan los intereses de la ciudadanía y dejen de lado el interés partidario y de grupo que no son los intereses que debe de representar un diputado”.
Por su parte, la diputada Marite Hernández Correa aceptó que a la legislatura le faltó un trabajo colaborativo y de más consenso en los problemas prioritarios de la sociedad, “y anteponer el interés común, el interés colectivo de la sociedad, me parece que eso en su conjunto fue lo que un tanto falló porque como diferentes bloques parlamentarios debimos tener una agenda mínima de acuerdos claves como son en materia de derechos humanos, de la niñez, de adultos mayores, derechos de la naturaleza, temas trascendentales”.
Dijo que se debió tener mayor participación ciudadana, y debido a esto quedaron pendientes la consulta indígena y la consulta de discapacidad, que se requerían para realizar reformas importantes.