El empresario Alfonso Romo es uno de los principales colaboradores del Presidente AMLO, es su mediador con el sector privado desde la Oficina de la Presidencia, y sostuvo una reunión con empresarios potosinos en la sede de la Canacintra.
Escuchó diversas quejas: no hay vías alternas a la Zona Industrial (tampoco metrobús), no hay seguridad ni agua… y él no ofreció mucho, no hay varitas mágicas, su visita más bien fue para sondear ánimos.
Esta reunión podría ser el preámbulo para que una comisión de empresarios acuda a Palacio Nacional para presentarle a AMLO un pliego de peticiones, como lo han hecho los de otras entidades.
Es indudable que el empresariado local es adverso al gobierno federal, este miércoles se recrudeció la tensión por el rechazo hacia la reforma que considera delincuencia organizada a la facturación falsa, pero Romo pintó un panorama muy favorable para la economía mexicana en un mundo en crisis y guerras comerciales de los gigantes.
Los reclamos por la falta de infraestructura vial y seguridad coinciden con las presiones de la cúpula empresarial al gobernador Carreras sobre la falta de claridad y decisiones de la nueva vialidad, ya sea por avenida Juárez o por avenida Salk; está en un serio aprieto, se están imponiendo criterios económicos y no técnicos, los grupos de poder están influyendo para dinamizar sus fraccionamientos e inversiones moviendo el trazo de la vía alterna hacia sus intereses.
CHARROS Y GÁNSTERES
Carlos Romero Deschamps ya era insostenible, su permanencia como líder sindical de Pemex opacaba la lucha contra la corrupción del Presidente AMLO, el huachicol, los sobornos, los moches, mosqueaba el rescate de lo que queda de la joya de la corona.
Con las recientes revelaciones de la demanda de la empresa Oro Negro en Estados Unidos y el salpicadero de exdirectivos de Pemex y desvío de recursos para la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto, y las pesquisas del titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto, Romero Deschamps ya no pudo más.
Sus cuentas bancarias, que deben ser muy abultadas, están en un tris de pasar al congelador; y es un enigma si será encarcelado, AMLO resulta muy contradictorio en sus amnistías de facto, a EPN lo cubrió con el velo de la impunidad y a sus compinches les avienta el aparato de justicia.
La caída de Romero Deschamps pone a la vista a todos los charros sindicales, en San Luis Potosí hemos padecido a varios, a uno de peso completo: el profesor y licenciado Carlos Jonguitud Barrios, gobernador de grata memoria, se declaró dirigente vitalicio del SNTE pero con Salinas de Gortari tuvo que irse por la puerta de atrás y en silencio so pena de un “Quinazo”.
Convirtió al estado potosino en otro de sus feudos y despertó de su largo sueño al navismo; el saqueo del erario, nepotismo, “legión extranjera” y represión policiaca con fines recaudatorios, fueron algunas de sus acciones, así como tiene detractores que lo consideraban además de charro sindical un gánster, otros lo añoran y ponderan el habernos dejado los parques Tangamanga, escuelas y haber enfrentado al conservadurismo como buen masón.
OTROS CHARROS Y ADELITAS
Emilio de Jesús Ramírez Guerrero, ocupa la dirigencia de la CTM desde la muerte del hijo ilustre de Soledad, Lupe Vega, hace más de dos décadas; y modernizó la organización y se integró a la globalización, tiene contratos listos en varios idiomas y sindicatos de fantasmas para cualquier empresa foránea que llegue a invertir en la entidad.
El sector privado lo estima mucho, lo consideran un factor de estabilidad para la producción, le reconocen su contribución a la paz laboral y que los salarios de los trabajadores sean de los más bajos del país, no hay huelgas, sindicatos rojos y cuando aparecen son liquidados ipso facto.
Es un líder obrero “fifí”, no pasó nada cuando el notario Benavente una vez lo descubrió en un carísimo restaurante de París, ha trabajado mucho toda su vida para darse ese gusto y otros, como colocar a su hijo de diputado local y heredero de la CTM.
Otra líder eternizada es Bernardina Lara en el SUTGSE, el mayoritario de la burocracia estatal que cruza los tres poderes del estado, más discreta, no hace ostentación de su fortuna acumulada en tantos años de sacrificio por la causa sindical. Tiene varias imitadoras que surgieron con la bandera de la no reelección y la honestidad. [Javier Padrón].