[Javier Padrón]
Quizá es la primera vez en su historia que la delegación estatal de la Cruz Roja denuncia a un exdelegado por fraude, la institución —noble por antonomasia— fue degradada y convertida en un negocio particular.
El monto del fraude ascendería a los 40 millones de pesos, el presunto responsable, Óscar Segura Rodríguez, hasta octubre del año pasado despachaba como delegado cuando llegó de sorpresa un grupo de auditores de la oficina central de la Cruz Roja Mexicana acompañados de un notario público y fue destituido por decisión del Consejo Nacional de Directores.
Óscar se negó a realizar la entrega-recepción, interpuso un amparo y le dieron palo. Ya con la sospecha de manejos irregulares, con la revisión de rigor los auditores no tardaron en identificar pagos de obras con sobreprecio, en la jerga prianista se traduce como “moche”, como fue el caso de la escuela de fisioterapia en el Centro Universitario de Salud.
Se pagaron más de 46 millones de pesos cuando un perito valuador calculó el valor real de la obra en unos 6 millones de pesos. Inexistencia de contratos de obra, bitácoras, estimaciones de avances de obra; no se contrató a un supervisor obra; el presupuesto elaborado era ambiguo, no precisa materiales ni precios unitarios; la Cruz Roja cubrió los gastos de trámites de permisos municipales e incluso las cuotas patronales del IMSS.
Las facturas se expidieron con fecha posterior a los pagos realizados a la constructora Icaza que aparece como coacusada; y no se midieron, un tope vial fue facturado en un millón de pesos.
De acuerdo a fuentes extraoficiales, de la querella presentada por el actual delegado Jesús Ernesto de la Maza Jiménez se desprende la conclusión de que Óscar se habría enriquecido de manera ilícita, entre el personal de la institución se escucha que entre otras propiedades adquirió un terrenito en La Loma Residencial & Club de Golf.
Durante la gestión de Segura Rodríguez (2014-2019) se construyó el Centro Universitario de Salud que representa una importante fuente de ingresos para la Cruz Roja por su nutrida matrícula, le dio continuidad al trabajo realizado antes por De la Maza Jiménez que lo eligió como sucesor y posiblemente se mortificó al ver cómo se desvió su pupilo, que regresó como delegado y lo denunció.
EJECUTADO EN EL EJE VIAL
Mientras un taquero era ejecutado a plena luz del día en el Eje Vial y Pedro Montoya, dirigentes empresariales se reunieron con legisladores locales y federales para analizar el tema de inseguridad. Las alusiones al gobernador Carreras y al alcalde Nava fueron inevitables, se les exigió más trabajo.
A quien se le haya ocurrido organizar la reunión, es de inteligencia selectiva, ni de broma se le ocurrió invitar al
diputado dinamitero Edgardo Hernández o al diputado Pedro “El Mijis”, que representa a todos los desposeídos del país. Fue un evento preparado para que las cosas no se salieran de control y las criticas a Carreras o Nava no fueran duras, estridentes.
El líder de la COPARMEX, Julio César Galindo, aseguró que se debe evaluar el trabajo de ambos gobernantes en seguridad pública, los resultados están muy lejos de ser satisfactorios. Muy sabia, la diputada panista Sonia Mendoza advirtió, con un cariz electoral, que la ciudadanía es la que medirá la actuación de las autoridades, la capital está en el octavo lugar en inseguridad y el estado en el onceavo.
El costo político de la inseguridad será mayor para el PRI y PAN en las elecciones del próximo año, Morena tiene todo a su favor pese a que la Guardia Nacional es una fuerza incipiente y sin acciones notorias en la entidad.
