Marcela Loyola
El ciudadano Tomás Rosales López denunció que el precandidato de Morena a la gubernatura Leonel Serrato Sánchez es un peligro para San Luis Potosí y una vergüenza para el municipio de Villa Hidalgo, lo cual lo dio a conocer en un oficio dirigido al dirigente nacional de Morena Mario Delgado Carrillo y a la delegada nacional en el estado, senadora Lilia Margarita Valdez Martínez.
En dicho oficio, señala que Leonel Serrato se muestre como es su costumbre, exacerbado con protagonismo en contra de los descendientes del doctor Salvador Nava, “sin respeto alguno, pese a que ha explotado su emblemático y honesto liderazgo para aprovecharlo en político y económico, así como personal y familiar”.
Abundó que las hermanas de Leonel Serrato están incrustadas en la nómina gubernamental del antiguo régimen oficial, del Registro Civil y en la Fiscalía General, por lo que no debe de ser candidato de Morena a ningún cargo.
Agregó que Leonel Serrato es misógino confeso, perverso y pertinaz, negando a su padre que lo engendró y malagradecido; también es un “mediocre y oportunista, hasta ahora presume ser de izquierda al servicio del funesto Horacio Sánchez Unzueta, de quién ahora manifiesta se desvincula en busca de ser nominado candidato de Morena al Gobierno del Estado”.
Tomas Rosales señaló que recientemente Leonel Serrato visitó Villa Hidalgo en la cabecera municipal, violando las reglas y disposiciones a observar, “utilizando las estructuras de los Servidores de la Nación y donde cínicamente lamentó el estado en que se encuentra el municipio, que se ha convertido en un pueblo fantasma, ya que se han prometido un parador turístico para resarcir el grave daño económico, pero se ha quedado en promesa incumplida.
“Vociferó contra la rapiña antorchista que padecemos desde hace casi 12 años, ¿hasta ahora se da cuenta?, demagogo y mentecato Leonel ha probado y usufructuado las mieles del poder y del erario, lucrando del presupuesto que manejó, corrupto contrario a la cuarta transformación, impunemente incluyó al hijastro de su hermano Homero y lo mantuvo en la nómina como servidor de la nación, al que al renunciar como subdelegado se le dio espléndidamente una liquidación”.
Ante la carta extraña, Leonel Serrato responde: “El señor Rosales, sus hermanos y amigos (y todas sus familias) me conocen desde que nací, fueron amigos de mi padre, y participaron en la lucha de la izquierda y en la vida pública”.
Dijo que esta carta es un grito desesperado para llamar la atención, “Don Tomás es un hombre mayor, y que en los últimos años ha sufrido mucho, incluida la desaparición forzada de uno de sus hijos, presuntamente a manos del crimen organizado. El dolor hace que las personas se desesperen, y máxime si nunca han sido atendidas, y menos recibido Justicia.
Abundó que los “hechos” que narra son falsos, y sus juicios equivocados, “pero no me lastima esa carta, la gente de mi pueblo sabe quién soy, don Tomás también. Me conmueve mucho, y me duele la impunidad. Dios me de licencia de apoyarle siendo Gobernador, no merece terminar su vida sufriendo de esa manera”.