Para los integrantes de la banda Interpol, el confinamiento que vivieron durante dos años los hizo reflexionar sobre su papel en la música y, de alguna forma, reacomodar sus prioridades en cuanto a lo que ofrecen con su trabajo.
Es así que, después de que se levantara el encierro, Paul Banks, Sam Fogarino y Daniel Kessler tomaron sus instrumentos y sus canciones y se lanzaron a la primera gira que realizan pospandemia… en la cual han encontrado una nueva forma de sentir y percibir a sus fans.
Ahora, al final de cada show, cuando estamos al frente del escenario, veo de forma distinta al público… los veo, hago contacto visual y ahora el simple hecho de hacer eso es verdaderamente conmovedor, ver todas estas personas felices, es imposible no ponerte emocional. Esto sí nos cambió.
Creo que todos nos hemos dado cuenta de que no se trata nada más de estar centrados en nosotros mismos de forma individual, creo que nos hemos hecho conscientes de lo que sucede alrededor de nosotros, ser conscientes de que debemos mantener a la gente segura en los shows, tratar de ayudar al otro de la forma en la que podamos, no sólo pararte en una conferencia de prensa y mandar condolencias y al terminar seguir con tu vida como si nada, ¡no!”, compartió Fogarino, baterista de Interpol, en entrevista con Excélsior.
Fue hace poco más de un mes, en abril, cuando Interpol se aventuró de nueva cuenta en el camino y arrancó su gira The Other Side of Make-Believe —la cual toma su nombre del álbum que lanzarán en julio— en Estados Unidos.
En ese andar, Kessler, Fogarino y Banks han encontrado a una audiencia renovada, hambrienta de convivencia presencial y no virtual, así como un desborde de emociones y energía que de alguna forma hacen que ellos se renueven en cada show.
Están felices de estar ahí, más que antes, es lo que siento cuando los veo, creo que los chicos más jóvenes en el público que se han mudado de casa de sus padres son los que más expresan esto por la situación de confinamiento de la pandemia que tuvieron que enfrentar, de alguna manera solos.
Después de dos años de no poder hacerlo, ahora existe esa posibilidad y las personas lo aprovechan… pienso que todos ahora valoramos mucho más el poder convivir con otras personas, de alguna forma volvernos comunidad, y eso es lo que pasa en los conciertos, nos convertimos en eso”, agregó el baterista.
Después de que Interpol se presentara en el Corona Capital en 2019, hoy están de vuelta en los escenarios mexicanos con las canciones de The Other Side of Make-Believe y aquellas que los han colocado en un lugar privilegiado dentro del Olimpo de la música, la banda confesó que volver a la Ciudad de México —una de las que están en su top 3 de lugares favoritos— es una experiencia que les sigue dando emoción y, por qué no, nervios, ya que saben que tendrán una enorme dosis de energía y amor.
Estamos muy emocionados y contentos, pienso que el público aquí va a estar muy agradecido y complacido… y eso es algo que hace que sienta cosas en el estómago (risas), esa anticipación de lo que va a ser el show me da nervios. La Ciudad de México es una de las más importantes para la banda, está en nuestro top tres junto a Nueva York y Los Ángeles.
Es un punto muy importante para regresar y empezar otra vez, a pesar de que ya hicimos algunos shows antes, pienso que aquí es donde se vuelve oficial. Existe esa energía pospandemia, es muy especial porque los fans aquí en México y en Latinoamérica no tienen miedo de mostrar esa emoción y energía, en algunas otras ciudades la audiencia se contiene, pero aquí son muy honestos y eso es lo que lo hace hermoso, y pienso que este es el momento justo para que eso suceda, dejar salir todo lo que nos hemos guardado en los últimos dos años… así que estoy seguro que va a estar muy loco”, concluyó.
Con información de: Excelsior