La agencia calificadora S&P Global podría acelerar su revisión anual de la deuda soberana y de Petróleos Mexicanos (Pemex) si la economía mexicana entrara en una recesión y se debilitaran las expectativas para el 2020, dijo este viernes el analista a cargo de evaluar a la petrolera.
La firma mantiene atadas las calificaciones crediticias de México y de Pemex ante la alta codependencia que tienen como emisores y su próxima revisión estaba planeada para no antes de marzo.
Y es que la economía local se contrajo un 0.2 por ciento en el primer trimestre del año frente al trimestre anterior, según datos desestacionalizados, y mientras algunos grandes bancos aseguran que la segunda mayor economía de Latinoamérica entró en recesión en el primer semestre, el Gobierno revira que eso está lejos.
“Un escenario de ese tipo, en donde veamos dos o tres trimestres de contracción económica, quizá nos orille a acelerar la revisión antes de que termine este año y a preguntarnos si es congruente con la calificación actual o no”, señaló el analista Luis Manuel Martínez en entrevista telefónica con Reuters.
“Si México baja, Pemex baja”, agregó. “No nada más (nos importa) cuánto vamos a crecer este año, sino la trayectoria y las expectativas para 2020. Y si vemos que la actividad económica no regresa, no se restablece, eso le pone presión a la calificación”, añadió.
S&P Global rebajó en marzo la perspectiva de la nota soberana de México y la de Pemex. Y aunque mantuvo la calificación de la deuda en moneda extranjera de la petrolera en ‘BBB+’, indicó que había en ese momento un tercio de probabilidades de una rebaja en un plazo de hasta 18 meses.
Para el resto del año, los otros riesgos que acechan a ambas notas crediticias son la posición fiscal del gobierno y el desempeño del plan de Pemex.
En el primer caso, Martínez comentó que S&P no esperaba un déficit fiscal, pero que si lo hubiera sería un elemento de riesgo.
Respecto a Pemex, que esta semana presentó su plan de negocios para los siguientes 10 años, el analista vio como un riesgo para la calificación que la petrolera no pudiera cumplir con las metas de aumentar la producción y un nivel de precios constante de 55 dólares por barril.
Con información de Reuters.