Marcela Loyola
Pese a las evidencias de violencia política de género, el dirigente del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Eloy Franklin Sarabia, negó los ataques contra de la activista Catalina Torres Cuevas, asegurando que sólo atendió a las mujeres y hombres que quieren que la obra de remodelación del Barrio de San Miguelito siga adelante.
Dijo que respeta y reconoce la trayectoria de Catalina Torres como mujer, activista y defensora de los derechos humanos, por lo que aseguró que rechaza cualquier forma de violencia, especialmente hacia las mujeres.
“Estoy enterado de la queja (ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos) y por supuesto mis respetos muy grandes para esta activista, pero en este caso lo que hice como diputado fue atender a las mujeres, a los niños y a los hombres del Barrio San Miguelito que sí quieren que la obra siga adelante”, declaró.
Franklin Sarabia manifestó que, nunca mencionó a la activista ni mucho menos se refirió a ella por su género. Aunque en una rueda de prensa con las bancadas de PVEM y PT atacó a la activista y hasta se envió un boletín de prensa donde se le señala directamente.
El diputado y dirigente del PVEM reiteró que, en las reuniones que sostuvo con los habitantes de San Miguelito, personal del ayuntamiento capitalino trató de intervenir en el proceso.
“En la misma reunión, gente me decía: aquí tenemos gente del Ayuntamiento que nos están observando (…). Al momento yo también mencioné que había conflicto de intereses y que dejaran libre a la gente del Barrio San Miguelito tomar la decisión”, dijo.
Agregó que, obras de esta magnitud son benéficas para los vecinos, por lo que la decisión de que se realice la rehabilitación debe ser exclusiva de los habitantes del Barrio San Miguelito, sin la intervención de trabajadores del ayuntamiento.
Eloy Franklin aseguró que, nunca utilizó elementos sexistas en sus señalamientos, y dijo creer firmemente en la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres ante la ley. En ese sentido puntualizó que jamás utilizó estereotipos de género para menospreciar a la activista o desacreditarla en función de su condición como mujer.
Por otro lado, manifestó su total respeto por el derecho a la libertad de expresión y negó haber incitado a la violencia o al odio contra ella ni contra ninguna otra persona.