El vocero de la Arquidiócesis potosina, Tomas Cruz Perales dio a conocer que, se han registrado casos en San Luis Potosí de sacerdotes que han sido privados de su libertad para oficiar ceremonias religiosas privadas como matrimonios o bautizos a familias de capos de la delincuencia organizada.
“Sí ha habido situaciones en las que hay ese tipo de exigencias por personas que pertenecen al crimen organizado que quieren un bautizo, que lo quieren en su finca (…) incluso que se llevan al sacerdote para llevar a cabo la ceremonia”, reveló.
Tomas Cruz señaló que, no se han dado casos recientes como el denunciado en el municipio huasteco de Tamuín, específicamente en el poblado de Tambaca, donde la población ha denunciado que sus párrocos son obligados por los gatilleros a oficiar misas privadas.
Además, rechazó que a cambio de esos servicios la Iglesia Católica potosina reciba grandes donativos o ayudas extraordinarias para la construcción de templos y parroquias, sino que lo que buscan es salir lo más pronto de esas propiedades, “sabemos que el dinero ensangrentado no puede ser usado en obras de caridad no he sabido de limosnas mal habidas”.
El vocero del Arzobispado de San Luis Potosí alertó que, en los rumbos del Saucito Angostura, al norte de la capital potosina, fueron detectados vendiendo oficios religiosos dos ex sacerdotes que fueron suspendidos por faltas graves de las diócesis de León y de Ecatepec; se trata de J. Isabel Macías Alcalá y Moisés Cuéllar y que fueron boletinados a principios de semana por el secretario canciller de la Diócesis de San Luis Potosí, José Antonio Martínez Ortiz.
Agregó que, pese a que fueron dados de baja de sus presbiterios tienen conocimiento que cobraban por oficiar misas privadas cuyos oficios son nulos y añadió que, aunque pueden presentar denuncias la Arquidiócesis no lo hará y solamente se limitarán a alertar a la feligresía.