Un juez ha otorgado la madrugada de este jueves la medida de prisión domiciliaria para el exprocurador de Justicia mexicano Jesús Murillo Karam por su avanzada edad y su deteriorado estado de salud. Así lo ha confirmado el abogado del exfuncionario, José Javier López García, a este periódico. Sin embargo, el extitular de la antigua Procuraduría General de Justicia, detenido el 19 de agosto de 2022 bajo acusaciones de tortura, desaparición forzada y delitos contra la administración de justicia, seguirá en prisión. La medida cautelar, de acuerdo al defensor, fue modificada solo en una de las dos causas que Murillo Karam tiene por el caso Ayotzinapa, en donde se le señala por haber construido la “verdad histórica”, una línea de investigación falsa sobre la desaparición de los 43 estudiantes. Por el otro proceso judicial continuará detenido en el penal de Tepepan, en el sur de Ciudad de México.
La defensa de Murillo Karam llevaba meses buscando el cambio en la medida cautelar y lo había solicitado en varias ocasiones, argumentando que el exprocurador se encontraba muy mal de salud. La última vez, en junio, la justicia les había rechazado el beneficio. Solo se autorizó entonces la internación en un centro médico dentro del mismo penal, lugar en el que actualmente continúa internado. La defensa había informado desde hace tiempo que el exfuncionario padecía de enfermedad pulmonar obstructiva crónica, hipertensión arterial sistémica e insuficiencia vascular cerebral.
Murillo Karam fue el primer fiscal general del sexenio de Enrique Peña Nieto (2012-2018). Fue sustituido en 2015, unos meses después de la desaparición de los 43 estudiantes. Ya desde su detención se le imputó de por desaparición forzada, tortura y obstrucción a la justicia. El segundo caso llegó en abril de este año, cuando un juez decidió vincularlo a proceso por nuevos cargos de tortura y desaparición forzada en el caso Ayotzinapa.
La justicia procesó al exprocurador por propulsar una línea de investigación parcialmente falsa, conocida como la verdad histórica. Esto, que tenía el objetivo de atajar el “clamor social” que había provocado el caso, impidió que se continuara con la búsqueda de los 43 estudiantes desaparecidos. Murillo Karam fue vinculado a proceso también por haber permitido que se torturara a cuatro detenidos, cuya declaraciones emitidas bajo tortura sustentaron luego el falso relato. Por último, está acusado de organizar la manipulación de una de las presuntas escenas del crimen, el paraje del Río San Juan, donde luego fueron hallados restos de uno de los estudiantes.
Con información de: El País