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Mesa Revuelta/El ocaso de Villar Rubio

[Javier Padrón]

Conforme se acerca el final de su rectorado, la imagen de Manuel Fermín Villar Rubio se está haciendo añicos.

El portal Astrolabio, propiedad del empresario panista Miguel Maya, ha documentado casos concretos de nepotismo, tráfico de influencias y corrupción, historias que eran del dominio de la comunidad universitaria y se callaban.

De manera lamentable la presunción de haber incurrido en varios delitos, abarca el entorno familiar de Villar, su cónyuge, una de sus hijas y dos yernos. (https://bit.ly/39fUHUW y https://bit.ly/2WHgceH).

Antes, estudiantes de Estomatología en un tendedero denunciaron que un docente de anatomía dental, consuegro del rector, era un acosador sexual y luego en entrevistas completaron que era protegido desde la rectoría a juzgar por su conducta reincidente, es imposible que Villar no estuviera enterado.

Villar ha perdido calidad moral y legitimidad. En otro país ya hubiera dimitido y se habría iniciado una investigación interna y por entidades como la Auditoría Superior del Estado y Fiscalía General del Estado para deslindar responsabilidades y resarcir el daño al patrimonio de la UASLP.

La autonomía no es ninguna patente de corso, como lo han malentendido los últimos rectores, tampoco tiene ningún sentido insistir ante este escenario en que han sido develados los presuntos hechos ilícitos del rector saliente, la intromisión de fuerzas extrañas, la delirante visión conspirativa que instauró el rector Alfonso Lastras en su confrontación con el gobernador Horacio Sánchez.

Su intención de imponer a la secretaria académica Dolores Lastras como sucesora, debería ser anulada por los miembros del Consejo Directivo Universitario, de lo contrario, el órgano máximo de gobierno estaría faltando a sus funciones primordiales.  

Las y los consejeros están obligados a vigilar el honesto ejercicio de los recursos públicos, el desempeño vertical del rector y demás funcionarios, no degradarse al servir de comparsas a cambio de mantenerse en sus cargos y recibir prebendas.

La simple lógica apuntaría al aplazamiento de la sesión extraordinaria en que se elegiría a la arquitecta Lastras, prevista para el viernes 3 de abril, designar a un rector interino y se organiza una elección más abierta y sin la clásica cargada, el voto comprado o coaccionado, la línea rectoril.

Sin dejar de mencionar que la contingencia sanitaria también sugiere no realizar el acto, ya tres personas reunidas es una multitud para efectos de un probable contagio del Covid-19.

La prisa de Villar es para no correr más riesgos de que se le disperse la mayoría de votos que logró reunir para su favorita que le garantiza continuidad y sobre todo impunidad al viejo estilo priista, seguiría el inmovilismo, el control familiar sobre la institución pública.

Lastras representará las prácticas del pasado que Villar llevó al extremo, como obstaculizar el ejercicio del derecho a la información para ocultar sus extravíos y encubrir el acoso sexual, cuando la universidad es enemiga por excelencia del oscurantismo.

De todos los aspirantes, ella es la menos preparada en el terreno académico, siempre privilegiada por el apellido, no basta el criterio de su condición de su mujer para aclamarla como rectora, su antecesora en la secretaria académica, Lucy Nieto Caravero, sí cubría el perfil idóneo para ascender a la rectoría y fue hostilizada por Villar y prácticamente echada de la UASLP cuando ni siquiera parecía interesada en el disputado cargo.

En congruencia con su actitud franca de participar en la elección y haber expuesto en su proyecto de trabajo la erradicación de prácticas que ahora cobran forma en la gestión de Villar, el director de Medicina Alejandro Zermeño debería solicitar que la elección se difiera con el apoyo de otros consejeros que sí tengan dignidad. No sería difícil ni imposible.

El secretario general Anuar Kasis, por la corriente que tiene a su favor, tiene una oportunidad de oro para demostrar su capacidad y experiencia, reponerse de la desconocida que le dio Villar, presentar su proyecto de trabajo y hacer bloque con Zermeño para cerrarle el paso al despropósito de Villar de continuar manipulando a la UASLP a través de Lastras.

Ambos aspirantes son mejores opciones pero tienen que remarcar su distancia con Villar y estarían obligados a investigar y promover justicia; no será el caso del director de Ciencias Sociales, Miguel Ángel Aguilar Robledo, no respalda una elección transparente, mucho menos su aplazamiento, él va con los dados cargados para Lastras; en una votación complicada sería el tercero en discordia de Villar.

La elección ya está envenenada. Si Lastras es elegida la primera rectora de la UASLP va arrastrar un pesado fardo y carecerá de legitimidad e independencia.

Su primer problema será atender las irregularidades publicadas por Astrolabio, no va a cometer parricidio intelectual, va a decretar que todo está en orden y no hay denuncias, apostará al olvido y a seguir con la compra de silencios y aplausos dentro y fuera de la universidad.

Si se lo proponen, Zermeño y Kasis podrían parar en seco a Villar e impedir la imposición de Lastras.

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