Marcela Loyola
Desde el inicio de la pandemia por el Covid-19, se han tenido que duplicar los apoyos alimentarios, pues las necesidad de las personas, sobre todo de quienes se emplean de manera informal, incrementó, revelaron voluntarios de Cáritas, Mariana Domene y Édgar Ramos.
Mariana Domene, dijo que como Iglesia Católica han tratado de apoyar a quién menos tienen a través de los dos comedores La Esperanza y San Rafael, en los cuales sirven alrededor de 180 comidas diarias, desde hace dos en las mesas, aunque nunca se dejó de dar el servicio, durante la contingencia se les daba en una fila en la calle.
Expuso que, también se brinda apoyo de medicamentos en cuatro dispensarios, donde se apoya a la población que más lo necesita, gracias a la aportación y donaciones de la ciudadanía en general.
Por su parte, Edgar Ramos, dijo que durante los meses más fuerte de la pandemia se sirvieron 300 mil platillos y ahora continúan brindando el apoyo a un número superior que antes de la pandemia.
Indicó que, en el comedor de La Esperanza antes de la pandemia se servían alrededor de 60 comidas diarias, ahora se sirven alrededor de 110, “el incremento desde luego por la dificultad del trabajo de no haber gente para comercio o para lavacoches y este tipo de necesidades se fueron presentando”.
Añadió que, durante la pandemia recibieron mucho apoyo de la sociedad en general y de Cáritas Mexicana para seguir dando alimentos, “seguimos teniendo necesidad, creo que ante el incremento de las personas que van a los comedores, también necesitamos más donaciones y hacemos un llamado a la gente para que nos den su ayuda para seguir dando el servicio”.
Agregaron que, la situación se ha ido más o menos recuperando, “pero necesitamos el apoyo porque en tiempo de frío la gente se acerca más y pues necesitamos tener permanente medicamentos y ropa, se necesitan cobijas, chamarras, todo lo que sea abrigador”.