Nueve personas fueron azotadas este martes públicamente en un estadio de la provincia de Kandahar, en el sur de Afganistán, tras ser acusadas de robo y homosexualidad, por el Tribunal Supremo dirigido por el gobierno talibán.
El estadio Ahmad Shahi fue escenario del castigo infligido por los talibán sobre nueve hombres, que recibieron entre 35 y 39 latigazos, un escarmiento que vuelve a aplicarse en Afganistán tras la llegada de los fundamentalistas hace año y medio, a pesar de la condena de la comunidad internacional.
La cadena afgana Amu TV publicó unas imágenes en las que se puede ver cómo cientos de personas asistieron a los castigos que ordena la sharia, la interpretación más estricta de la ley islámica y que ya ha sido utilizada para el ajusticiamiento en un pelotón de fusilamiento de una persona el pasado mes de diciembre.
La irrupción de los talibán en Afganistán ha sido vista con preocupación en la comunidad internacional, que por el momento no ha reconocido el nuevo gobierno liderado por los fundamentalistas que han incumplido todas las promesas que hicieron cuando llegaron al poder.
Desde entonces han decretado nuevas leyes para impedir el acceso a la educación de niñas y mujeres, así como otras medidas que las impiden tener libertad de movimientos, o incluso trabajar en agencias humanitarias, de las que dependen la práctica totalidad de la población afgana.
Patrocinadores del régimen talibán pagan a Twitter
Varias usuarios activos en Twitter, conocidos por su apoyo y patrocinio de las autoridades talibán de Afganistán, han recibido en los últimos días la insignia azul de verificación que ofrece la red social a cambio de una suscripción mensual de ocho dólares.
Precisamente uno de los últimos en hacerse con esta verificación ha sido Mobin Jan, quien en la plataforma se ha autoproclamado como general talibán y ha mostrado recientemente su agradecimiento al director ejecutivo de Twitter, Elon Musk.
Jan se ha tornado en las últimas semanas en una figura controvertida entre los talibán, pues desde su perfil –desde ahora oficial– de Twitter, donde acumula más de 400.000 seguidores, lanza mensajes en defensa del derecho de las mujeres a la educación, en contra de las últimas normativas de los fundamentalistas.
En general, decenas de miles de seguidores de los talibán afganos han comenzado en las últimas semanas a abonar estos ocho dólares mensuales por hacerse con los servicios de Twitter Blue que, entre otros beneficios, concede la mencionada verificación.
Estos perfiles hacen habitualmente uso de la red social para propagar las actividades talibán y difundir mensajes clave del grupo fundamentalista que dirige Afganistán desde agosto de 2021, cuando ascendieron al poder coincidiendo con la retirada de las tropas estadounidenses allí desplegadas.
Musk se hizo hace meses con la mayor parte de los derechos de Twitter, convirtiéndose así en su director ejecutivo y protagonizando desde entonces sucesivas polémicas, como el despido de empleados o la mencionada iniciativa de Twitter Blue, que permite a todo aquel que pague recibir la insignia de verificación, hasta ahora reservada para cuentas contrastadas
Con información de Aristegui Noticias