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Opinión

Ver para pensar: Muere Gambon. Fox, Churchill y LBJ viven

Federico Anaya Gallardo

El pasado 29 de Septiembre de 2023 se reportó que “Michael [Gambon], un amado esposo y padre, murió en paz en el hospital en compañía de su esposa Anne y su hijo Fergus debido a una neumonía”. Para la inmensa mayoría de las audiencias cinematográficas, muere por tercera vez Albus Dumbledore. La primera muerte fue cuando, en 2002, falleció el primer intérprete del director de Hogwarts, Richard Harris. (A Harris prefiero recordarle por Cromwell de 1970.) La segunda, cuando el propio personaje muere en la película Harry Potter and the Half-Blood Prince (David Yates, 2009) y correspondiente al penúltimo de los seis libros de la saga escrita por J.K. Rowling. (Por lo mismo, hay una muerte en el libro y otra en las películas… Lo que nos lleva a un total de cuatro muertes. ¡Hay que ver la cantidad de muertes que pueden tener los personajes creados por la Fantasía de los humanos!)

Pero hoy no vengo a contarte de la saga rowlinguina (¿ó rowlingniana?), querida lectora, sino de otras tres interpretaciones de Michael Gambon (1940-2023) que me encantan.

La primera es su Winston Churchill anciano en Churchill’s Secret (El lado débil de Churchill) dirigida por Charles Sturridge en 2016 para la ITV. La puedes ver, lectora, en YouTube gracias a “Ipemp”, quien compartió la versión de Masterpiece transmitida por la PBS estadounidense (sólo en Inglés, sin subtítulos). Gambon –que murió de 83 años– tenía entonces 76. Interpretó un Churchill de 78 años. En Junio de 1953, el viejo primer ministro sufrió una embolia durante un discurso en la residencia oficial (Downing Street № 10) mientras ofrecía un brindis-discurso al final de una cena con dignatarios italianos. El staff y la familia apenas fueron capaces de sacar a los invitados del comedor y esconder que Winnie está balbuceando en su silla. Lo peor era que Anthony Eden (ministro de Relaciones Exteriores) y eterno segundo-de-a-bordo de Churchill, había viajado a Estados Unidos –para someterse a una delicada cirugía. La película de Sturridge deja ver cómo los grandes del partido conservador (Tory) se preparan para deshacerse de su viejo líder –pero no tienen realmente con quién sustituirle. Durante la primera mitad del filme, Churchill/Gambon esta postrado en cama, malamente balbuceando y tratando de comprender lo que está ocurriendo.

El guión –escrito por Stewart Harcourt– se basa en un libro de Jonathan Smith (n.1942) titulado The Churchill Secret KBO (2015). KBO es el acrónimo de Keep Buggering On (“sigue adelante” en Castellano ó “sigue chingando” en Chilango) –una frase que Winnie se creó a partir de unos versos más decentes de su contemporáneo Harry Lauder: Keep right to the end of the road. / Keep right to the end. / Though te road may be long, let your heart be strong. / Keep right to the end (“Sígue adelante hasta el fín del camino. Sígue adelante hasta el fín. Aunque el camino sea largo, que tu corazón sea fuerte. Sígue adelante hasta el fín.”)

Los secretarios del Primer Ministro se aseguraron de que la prensa no reportase la enfermedad del estadista –de modo que Eden pudiese regresar y tomar el liderazgo del partido. Los tories están aterrados con la posibilidad de una nueva elección general, pues aunque en 1951 habían obtenido más escaños en el Parlamento PERO habían ganado menos votos que los Laboristas. En la segunda parte de la película, Churchill/Gambon demuestra que Winnie sabía KBO. La traducción perfecta es “seguir chingando”. Eden retornó esperanzado de ser Primer Ministro. Debió esperar aún dos años más. Los grandes barones del partido creyeron poder deshacerse del viejo héroe. En Octubre pronunció un gran discurso en la convención Tory. Pero el personaje de Gambon nos deja ver las profundas debilidades del líder, de su círculo íntimo y de la política conservadora de su tiempo. (Si te interesa, lectora, puedes revisar algunas de las evaluaciones médicas hechas a Churchill en la Liga 2.)

La segunda interpretación de Gambon que me interesa recordar es su Charles Fox en Amazing Grace, dirigida por Michael Apted en 2006. Estamos en los 1770s y Fox es un viejo parlamentario Whig. Los Whigs formaban un partido extraño, de orígenes revolucionarios (en la era de Cromwell) pero que se fue corrompiendo. Dominaron el Parlamento inglés casi todo el siglo XVIII. En 1996, Enrique Krauze los comparó con el PRI mexicano del siglo XX. (Liga 3.) Pero, en aquél fin de siglo, la cuestión de la esclavitud africana hizo retumbar toda la organización política británica. Amazing Grace cuenta la lucha parlamentaria que dirigió William Wilberforce (interpretado por Ioan Gruffudd) hasta que Gran Bretaña prohibió el comercio trasatlántico de esclavos. Gambon interpreta a un viejo Whig (Lord Charles Fox) que abandona su partido y se pasa a la oposición (Tory) en uno de los momentos claves de la lucha antiesclavista.

Se trata de una historia difícil de entender para nosotros, porque el partido Tory es el actual partido conservador… pero, Aunque Ud. no lo crea, ¡en el 1800 eran antiesclavistas! Y definitivamente, ese Charles Fox era una persona mil veces más compleja y admirable que nuestro miserable Vicente Fox. Hasta entre los zorros hay clases sociales.

Fox/Gambon es el viejo y experto parlamentario que enseña todos los trucos é intrigas a los jóvenes tories que provienen de lo que hoy llamamos “sociedad civil” y que están tratando de construir el Reino de Dios en la tierra. (Wilberforce no sólo peleaba contra la esclavitud, sino que trató de prohibir el consumo de bebidas alcohólicas.) La película sugiere que en la política suele triunfar la constancia –esa necia terquedad que espanta a los opresores. De esta película sólo he conseguido videoclips en YouTube –pero allí mismo parece haber canales de paga que la ofrecen.

La tercera interpretación de Gambon que quiero recomendarte hoy es su Lyndon B. Johnson (LBJ) en la película Path to War (Camino a la Guerra) que dirigió John Frankenheimer para HBO en 2002. De las tres, es en esta adonde vemos a un Gambon más joven: tenía 62 años. La trama empieza en 1964, cuando Johnson logra ganar por sí mismo la presidencia de los EUA. (Debes recordar que él era el vice-presidente cuando John F. Kennedy fue asesinado.) El personaje de Gambon tenía entonces 56 años –pero comparado con los jóvenes demócratas que habían conquistado Washington bajo el liderazo de los Kennedy parecía un hombre mucho mayor.

Esta película sobre Johnson es especialmente buena, porque nos muestra que el político texano era un progresista pese a ser un Southern Democrat. Luego se olvida que el partido Demócrata (que se ubica a la Izquierda del espectro político desde los días de Franklin D. Roosevelt en 1933) era en realidad el partido de los sureños derrotados en la Guerra Civil y que éstos se las habían ingeniado para reestablecer su dominio sobre los Afro-americanos en el Sur.

Texas, era el más occidental de los estados sureños, mantenía en los 1960s una sociedad segregada, pero tenía lo que en México llamaríamos una “cultura ranchera”. Las y los texanos se preciaban de ser “algo salvajes” y mucho más “populares” que los supuestos aristócratas del Deep South. Al principio de Path to War, Johnson/Gambon presume en su discurso en la Casa Blanca que nunca había habido tal abundancia de cerebritos y de talento en un gobierno federal. Presume que su secretario de la Defensa era Robert MacNamara, pese a que los republicanos lo llamasen “computadora IBM con piernas”. El presidente presume entonces que en su gabinete había 3 ó 4 becados Rhodes (ligados a Oxford), 4 ó 5 graduados de Harvard, un par de Yale… y hasta un egresado de la Escuela Estatal de Maestros del Suroeste de Texas: “—¡y ese es el que manda a todos los demás!”

Johnson era un maestro rural que se preciaba de que su primer clase fue en una primaria para hijos de campesinos mexicanos que habían llegado al Valle del Nueces como jornaleros. Si bien su carrera política la hizo protegido por los poderosos Demócratas de su Estado –siempre se presentó (y se sintió) como un extraño entre los elegantes. Este rudo salvajismo lo hacía aún más molesto a los jóvenes liberales del partido Demócrata de Nueva Inglaterra. Johnson era, para que lo entendamos en México, un dinosaurio populista. Los Kennedy eran tecnócratas fifís.

Lo más interesante es que, cuando el movimiento popular por los derechos civiles se convirtió en una marea incontenible, el texano Johnson resultó un mejor aliado que los liberales norteños.

Por supuesto y como su nombre indica, Path to War trata del desastre de Vietnam. Se trata de la última película de John Frankenheimer famoso por The Manchurian Candidate de 1962 –quien murió al poco del estreno. Sigue un guión de Daniel Giat que incluía una extensa bibliografía en Ciencia Política. Es casi un docu-drama. En este contexto el Johnson de Gambon resulta excelente: nos muestra al político experimentado, de raíces populares, que realmente desea construir un sistema mejor para sus conciudadanos (lo llamó La Gran Sociedad)… pero que está cegado por su propio éxito y por la gloria de su país. Una y otra vez Johnson/Gambon tronará contra el líder vietnamita Ho Chi Minh porque no lo deja llevarle el progreso a su Pueblo. Se admira de cómo niños y ancianas vietnamitas reconstruyen diariamente todo lo que sus bombardeos destrozan, pero su soberbia no le deja ver en ello la dignidad de los libres… y sólo atina a tronar contra los militares que prometen, una y otra vez, que están a punto de ganar la guerra. Esta película la puedes ver en el servicio streaming de Amazon Prime.

Así las cosas, Gambon ha muerto, pero sus personajes perduran en la pantalla. Charles Fox, Winston Churchill y LBJ viven.

Ligas usadas en este texto:

Liga 1:

Liga 2:

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6378477/

Liga 3:

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